En el mundo desarrollado, se espera que la población de 55 naciones disminuya en un 1% o más debido a las bajas tasas de natalidad y emigración. Por ejemplo, el 2018 fue un año histórico debido a la alta tasa de personas mayores de 65 años que superaron en número el segmento de edad de los menores de 65 años. Para 2050, se espera que el número de personas de 65 años o más supere por primera vez en número a las de entre 15 y 24 años.

Los cambios demográficos masivos pueden causar una enorme presión sobre los gobiernos, tanto en los mercados emergentes que lidian con el crecimiento de la población y la urbanización, como en los países desarrollados que sufren una disminución de habitantes y un rápido envejecimiento de la población.

Para cumplir con los requisitos de un entorno que está en constante cambio, los gobiernos y autoridades locales deberán ser capaces de implementar servicios públicos seguros y eficientes, mediante la utilización de las últimas tecnologías en el área de inteligencia artificial, IoT y Big Data que ayudarán a una mejor gestión de las ciudades.